Tarea:
1. Hable con otros acerca de sus juguetes: pregúnteles cómo usan sus
teléfonos celulares, sus iPods y su acceso inalámbrico a Internet.
Pregúnteles si conocen gente que use estas tecnologías en formas
interesantes. Para entender este nuevo mundo, debería poder conversar
sobre él.
2. Vea lo que usted puede hacer: ¿ha tratado de recibir noticias en su
teléfono móvil? ¿Ha descargado un podcast a su computador o
reproductor de MP3? Trate de hacerlo.
Creo que es interesante empezar este tema con esta escena de la película Sexo en Nueva York pues muestra como un icono de la modernidad y lo “fashion” como es el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker, Carrie, no sabe utilizar un IPHONE como teléfono. Y es que esto no es más que un reflejo de las calles, accedemos a la última tecnología que derriba las barreras tradicionales de la comunicación y ni tan siquiera sabemos utilizarlas.
Mi entorno, preguntado al respecto, hace uso de estas nuevas tecnologías digamos mediocremente. Sólo tengo un amigo con Iphone y lo compró porque era “lo más de lo más” según él, no lo utiliza para conectarse a Internet, para eso tiene el portátil, por lo que delimita su uso al de teléfono y reproductor Mp3 y según él “así me quito un cacharro de encima y el Ipod se lo regalé a mi sobrina por navidad”. Es usuario de Iphone pero compra presa, sólo los domingos y utiliza el portátil, pero sólo en casa con conexión ADSL y le conecta el cable.
Sí es cierto que el uso del Ipod está extendido, pero lo entiendo más como concepto de moda y de posesión de un determinado articulo más que otra cosa. Claro que han sido los innovadores al incorporar el video a los reproductores, como por ejemplo y que son un “marca de confianza” son apple.
Sin lugar a dudas la persona de mi entorno que más utiliza todas la derivaciones tecnológicas en su vida diaria es mi amigo Richy. Comentaré el uso que les da en su vida diaria. Él es camionero y duerme fuera de casa 3 noches a la semana, en el camión, en el que lleva además de la radio su portátil y su teléfono del cual saca la conexión a Internet, el reproductor de mp3 y el GPS. El portátil lo utiliza para descargas de archivos y programas para su teléfono y para el visionado de cine en una pantalla más amplia, para por las noches. Está informado de todo lo que sucede esté dónde esté, incluso si está en movimiento y gracias al dominio del inglés debate sobre informática (su gran pasión) en foros, blogs y otro tipo de publicaciones de muy diversos países. Richy es el amigo más “conectado al mundo” que tengo y no es periodista, ni dirige una gran empresa, es camionero. De aquí la gran labor de democratización social de las nuevas tecnologías, eliminan las castas sociales de la actualidad.
En mi caso particular restrinjo el uso de mi teléfono móvil a teléfono móvil, que es capaz de acceder a internet pero que la compañía telefónica, movistar dicho sea de paso, hace uso de un cobro excesivo por su utilización, por lo que no me compensa el pago de tal servicio. Sí he descargado en alguna ocasión algún tipo de archivo directamente a mi teléfono pero no han sido más que archivos de audio y por por puro aburrimiento, al recibir la factura opto por transferirla directamente de mi ordenador portátil que es mucho más rentable, también mucho más ilegal.
Con el portátil sí que lo muevo bastante, en mi casa utilizo WIFI como en la universidad, en mi trabajo e incluso cuando viajo o quiero cambiar de ambiente y relajarme en un café madrileño un domingo por la tarde. También, con mi anterior empresa, hacíamos uso de una conexión móvil a Internet para nuestros portátiles y esto era de gran utilidad pues estábamos en continuo desplazamiento en diferentes ferias y eventos por todo el territorio nacional. Este tipo de conexión nos permitía además de llevarnos la oficina a cuestas, llevarnos la casa, los amigos etc.
En resumen, no tengo imaginación como para resolver lo que se podrá hacer dentro de 1, 2 ó 3 años con un teléfono móvil, lo que sí que sé es que hasta que se normalice y se utilice con frecuencia, hasta que sea “necesario”, le tendremos que sumar al menos 5 años más.
Carlos Serrano.
